Sutilmente.

Amarilla y redonda, grande y majestuosa, ardiente deseo que calienta mi pensamiento, estar él y en él, a noche semejante, solo nuestros alientos, cansados fatigados, pero llenos de energía para terminar abrazados cuerpos en luna amante a cada deseo.

Será, así poco en palabras para grandes deseos lo que hará en mí y yo en el, será parte de mi cuerpo como yo del suyo, y los fluidos correrán en el más fiel veneno, al interior de cada uno de nuestros poros, de nuestros labios, de un ahora solo cuerpo y sola alma.

Seremos fieros animales en el loco amor del pensamiento y la imaginación, beberé de su sangre y el de la mía, morderé cada poro de él, como sus colmillos acariciaran todo mi ser en minutos y segundos que desaparecen en no importa nada, nada cuando estoy en sus labios y su mirada.

Lobos, vampiros fieras al final de todo, pero no fieras de un deseo mudo sino del grito del amor.

Lo quiero y quiero morir si es preciso en la condena de amar solo a uno, seré fiel a él, porque nadie me merece más que él, el es a quien quiero amar, ser para él, como él en mi.

Besos desde un no importa donde, desde la luna que nos acobija en el pensamiento, besos llenos de deseo y de un inmenso te quiero.