Finos labios que a mi paladar son licor de miel y a mis pensamientos una locura que me elevan hasta él.
Lo veo y como fuego sube un deseo inquieto hasta mi corazón.
Quiero tener mis manos en su cabeza y cuello, para luego agarran entre mis dedos, con pasión su cabello, correr hacia mi todo su cuerpo, soplar sus labios y morir en su calida respiración y caer a su merced, hasta que sus labios toquen los míos y mi alma no tenga mas opción que volver a mi, para culminar el mágico momento de sentir y corresponder, uno de sus tan anhelados besos.
Un poema muy hermoso, muy pasional tu forma de querer así como de escribir.
ResponderEliminarUn saludo.